Proyecto Leyenda - Capítulo 12

 

Joaquín llegó a su hogar dispuesto a dormir, en la mañana despertó y fue con su hermano a lo más alto de la antigua ruina de la torre en la plaza principal… De un momento a otro Joaquín miró a su hermano sonriendo.

-: Que mujer te has ganado con Lina –rompió el silencio elogiándolo.

-: “Aún es una princesita” diría su padre… -contestó Martín- …no creo que vaya a cumplir veintiún años –agregó pensativo.

-: Es extraño que te hayas fijado en eso, tú siempre la llamaste niña, mocosa, inmadura… -lo molestó Joaquín y rio, Martín lo hizo también.

-: Es extraño… cuando Esteban se fue no pensé que ella se quedaría…

-: ¿Aún no lo encuentran? –preguntó intrigado Joaquín.

Martín sacudió su cabeza.

-: No creo que quiera ser encontrado.

***

Siete años pasaron de los hechos en torno a Pietro y Leyenda, tal y como indicaron aquella vez la ciudad fue segura luego de tres días y en este tiempo recuperó su auge, la torre permaneció en ruinas para recordarles la caída.

Ese día hace siete años también se fue Esteban para nunca volver, dejando atrás a su hija y  toda una estela de misterios.

***

Martín respiró profundo extasiado.

-: Huele a lluvia –y de pronto- ¿Sabes Joaquín…? -agregó recordando- supe que cada sentimiento tiene un perfume.

Joaquín sonrió y jugó con un diminuto frasco en su mano. Alguien lo había dejado en su habitación, junto a su cama, la noche anterior junto a una nota que identificaba lo que contenía y rezaba “solo uno”.

-: Lo sé…

-: ¿Sabías tú entonces sobre las tres fragancias de la Medusa? –Joaquín volteó a mirarlo- Cuando Medusa perdió su cabeza no solo murió… de su sangre surgieron tres perfumes. Así como según dicen la sangre de ciertos “animales” alarga la vida, la sangre de la Medusa es como el arsénico si se toma de sus cabellos, provoca el olvido si se toma de sus ojos y el antídoto si surge de su corazón, el primero nunca debe beberse ni el segundo rozar siquiera el fuego o harán estragos. Pegaso se encargó de llevar estos tres perfumes al lugar más seguro, bajo la protección de tres criaturas mágicas, la más conocida de ellas es la esfinge…

-: ¿Por qué me dices eso Martín? –preguntó Joaquín.

-: Porque una de las criaturas se hizo con los otros dos perfumes… pero solo uno podía conservar… -terminó Martín y lo miró. Joaquín jugó una vez más con el frasquito en sus manos, muy consciente de lo que contenía- dime Joaquín… ¿Qué tanto te preocupa? Elige.

Joaquín miró a su hermano y extendió ambas manos, con una sujetaba una carta sellada, jamás abierta, con otra un frasco con lágrimas…

-: Nada –dijo dejando caer lejos la carta bajo la lluvia de verano…

-: Vamos con Pietro, hoy contará una historia… -indicó Martín dando la espalda para marcharse.

-: Espera Martín –lo retuvo, tomó su mano y le entregó el frasquito- no es un perfume de la Medusa, pero creo que servirá… úsalo bien…

Ambos hermanos bajaron de la ruina y continuaron su camino sin necesidad de volver su vista atrás para saber el contenido de esa carta.

 

***

 

Joaquín:

            Muchacho, elegiste bien si leíste esta carta, pero si es así eres egoísta… Sé que elegirás mejor de lo que pienso en cuanto sientas ambas cosas en tus manos…

No sirve de mucho saber esto solo para ti sin enseñarlo… de todos modos de nada sirve guardar una carta solo para recordar algo y guardarlo receloso.

Pietro se quedará allí por unos años, es posible que con su carácter cambie esa inmortalidad, que tan difícil consiguió, por una vida normal; es posible que por enseñar sus lecciones olvide que no debe apegarse a los humanos y que no le importe romper esa regla, pues Pietro es un guardián con cada letra y tanto tiempo lo fue que es imposible evitarlo.

Nunca olvides que ese don que tienes tanto tú como tu hermano lo poseen y deben cuidarlo… Las lágrimas de fénix ayudarán a templar su espíritu…

En cuanto a su frecuente pregunta, mi nombre apareció en el papel en cuanto abrieron la carta…

Soy quien vela por ustedes y siempre lo diré

Pues poseo luz propia

Mi orgullo es único

Algunos creen que soy obra de Dios

Otros creen que soy el demonio

Muchos huyen de mí por miedo a morir

Muchos me persiguen para matarme

Porque mi sangre es preciada

Soy una Leyenda, un mensajero de almas

Y mi nombre es

Jano.

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Epílogo

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