Es de madrugada, los perezosos rayos de sol aún no se
disponen siquiera a asomar y Aker se sienta en su cama, pensativo, bañado en
sudor. La voz de sus recuerdos arrancados de entre sueños, resuena todavía en
su cabeza… “Otra vez… una vez más…” … “¡Lo que debe apuntar a mi corazón no son
tus palabras!”. Luego, el sonido de un disparo.
Van ha entrado a la habitación justo a tiempo para
contenerlo.
***
No muy lejos de allí, Kisa también está despierta,
pensando en contarle la versión de su historia a Ceo. Para su sorpresa, al
llegar al living, él está despierto.
-: Soy todo oídos… -dice al sentir llegar a Kisa-.
-: Yo… estaba perdida en medio de un caos, creo que se le
dice guerra. -Comienza Kisa. Ceo cierra sus ojos, dolido, y luego asiente, para
que ella continúe.
***
-: Su historia comienza en una leyenda –dice pensativo
Tamir, recostado junto a su esposa-. Me pregunto cuánto en común tendrán todas
nuestras historias.
***
Pensativo, en casa de Ion, frente a la foto de una mujer,
Iang se sirve un vaso de vino y brinda en su honor.
-: ¿Es realmente hora de conectar las piezas? –Se pregunta
a si mismo. Y alza el vaso hacia la
foto.- A tu salud.
-: Las piezas están ubicadas –comenta Ion, llamándolo-.
Comienzan las blancas, ¿no? –Iang asiente, Ion se acerca a su hermano.- ¿De
veras estás bien estando aquí?
-: Ceo dijo que él la escucharía… confío en él…. Y… quería
presentar mis respetos. –De pronto, pensativo, observa a su hermano.- ¿Qué
crees que hagan ahora? Makuro y Lucero…
-: Soñar… supongo, aunque ya están dentro del juego.
***
-: ¿Sabes qué le dio origen a esa guerra? –preguntan Ceo y
a la vez Aker, cada uno desde su lugar.
Mientras Van asiente desde su hogar, en el propio, Kisa
contesta.
-: Creo saberlo.
¿Qué tán
reales son las leyendas? ¿Qué tan cercanas sus historias?
Tanto así:
Alrededor
de unos veinticinco años atrás, tal vez más, repitiendo el rumor de la
existencia de una tierra semidivina muy lejana, salió a la luz el de “un lobo
vestido de gris” o, mejor dicho su espíritu, uno muy valioso. El rumor se
extendió tan lejos y tan rápido que se tornó leyenda…
Muchos,
aprovechándose de la ingenuidad y la confusión de otros, decidieron batirse en
un duelo, uno tan grande que devino en guerra; una guerra por el derecho de
alcanzar el poder supremo de esa “Tierra de Dioses” para quien haya capturado el
alma de aquel lobo y es que dicho ser encabezaba la jerarquía y protección
máxima en ese reino.
En la
tierra de los antiguos semidioses, donde predominaban los lobos, había una
leyenda, o más bien una historia. Sí, un lobo blanco y negro fue el que condujo
a los primeros habitantes a disfrutar de aquel paraíso, pero la bendición llegó
de la mano de un lobo gris, luego de una curiosa combinación, o tal vez no
tanto. Hijo de un lobo blanco y uno negro, aquellos que nunca debían
encontrarse; de la unión de un ser de luz con uno oscuro, como si quisiesen
regresar a la grandeza divina en un intento desesperado. En su camada nació un
solo lobo, uno aparentemente normal, pero con tanta fuerza, que no necesitaba
ser un dios; solo que, a diferencia de muchos en su situación, simplemente
prefirió disfrutar de su tiempo en aquella tierra para poner las cosas en
orden, incluso sin tener los límites de un Lucifero. Ese lobo volvería luego,
una y otra vez, en alma y espíritu, para regir esa tierra, ayudándola a ser
oída y expresarse.
A medida
que pasó el tiempo, en el lugar de su nacimiento se creó una empresa. Todo el
arte y toda la historia, entre otras ,de ese universo, pasó por sus manos… A su
cabeza estaba ese lobo gris, o su inmediato designado. En su honor se la llamó:
Lupus Ánima y su lema fue: “tienes una voz para usarla”.
Pero
algunas veces, por diferentes motivos, las voces se convierten en gritos y los
oídos se vuelven sordos.
Remontándonos
cerca de medio siglo atrás, el conocido lobo gris regresó. Este tipo de
espíritu siempre gustó de viajar e interceder en favor del mundo, debido a ello
sentiría como una atrocidad aquella cruenta guerra que se desatase en su nombre, incluso
cuando la tierra afectada fuere aún tan lejana, y decidiría actuar en persona
para detenerla. Fue así que hace veintidós años atrás, aproximadamente, el
heredero de Lupus Ánima dejó aquella “sede de sabiduría” en manos de sus dos
hermanos menores, dos opuestos, para viajar.
Tras un par
de años en su travesía, el lobo gris encontró, en medio de todo el caos, una
esencia en el bosque. Lloraba sin miedo, gritaba sin voz, pues nadie escuchaba
más que sus propios pensamientos de ambición y supervivencia. Tanto conmovió a
aquel espíritu esa pureza que quiso abrazarla, pero dudó que sus garras fueran
lo suficientemente sutiles; pensó en besarla, pero sintió que sus fauces eran demasiada
amenaza; por último pensó en llevarla consigo, pero al no poder tocarle rindió
una especie de saludo acercándose y bajando su cabeza en una reverencia. Finalmente,
fue esa presencia quien le tocó; el espíritu, sintiéndose inmensamente
gratificado, se vio invadido por una gran alegría, pero a la vez una extrema
pena. Sentimientos encontrados se reunieron en su pecho y, por resultado, brotó
desde el fondo de su corazón una lágrima increíblemente brillante que resbaló
de sus ojos hasta caer sobre la pequeña esencia; al tocarla la convirtieron en
un ser humano, dejando en su pecho la marca de un diamante facetado, en forma
de lágrima.
Cuando el
lobo gris se alejó del lugar con la criatura, todo bien podría haber acabado,
pero la guerra los siguió. En su último esfuerzo batalló tanto, con tantas
fuerzas, que perdió su esencia y, con ella la vida, a cambio de proteger a esa
pequeña ilusión. Luego de ello, una copiosa lluvia lo cubrió todo por meses y,
como por arte de magia, la guerra se disolvió, dejando tras de sí su gran
huella.
Después de
la guerra no todo cambió, pues aparecieron cazadores buscando el tesoro perdido
del gran lobo. Así, cuando la niña de la marca del lobo cumplió tres años fue
capturada por primera vez. Tras verse liberada, un nuevo rumor puso precio a su
cabeza: “todos busquen al lirio” “busquen al enviado del Dios”; las
interpretaciones fueron variadas y los cazadores se multiplicaron, las búsquedas
fueron implacables y ante la dificultad de hallarle, junto a su rareza, su
recompensa superó los límites.
***
Hound era
joven y audaz, inocente, pero, prefirió
cazar pensando que era su única respuesta y sobre todo porque necesitaba el
precio que daban por cada cabeza para sobrevivir. Así pasó por arduos
entrenamientos y una feroz vida hasta tropezar con esa recompensa en
particular: La del Lirio de Dios.
Una niña
llamada Lisha vivió sus primeros años refugiada entre sobrevivientes y luego,
escondida para sobrevivir; sin conocer el calor de un hogar ni una familia más
allá de aquel que le dio su nombre antes de morir. Vendida y “rescatada” dos
veces por quien estaba a su cuidado, fue capturada por tercera vez cuando este
encontró la muerte, a sus 5 años. Su captor la tuvo atrapada por meses como a
un animal salvaje con el propósito de poder venderla a cambió de una vida digna
para él y para su camarada y única familia, hasta que un día el más joven
siguió sus huellas y al hallar el horror ante sus ojos, se dispuso a liberar a
su presa y seguro de vida.
Hound no
supo que creer ni que hacer, solo gritó una y otra vez apuntando a la cabeza de
la niña e intentó explicar, no menos calmado ,a
quien alguna vez llamó amigo, todo lo que les haría perder.
-: Nik,
escucha. ¿No dices que estás cansado de esta vida? ¡Maldición es nuestra única
oportunidad! ¡Deja de ser tan blando! ¡Es tiempo de ser un hombre!
Nikel se
sintió herido.
-:Si tanto
te despreocupas de mis sentimientos como para seguir gritando sandeces, si eres
capaz de esto por salvarte… ¡Lo que debe apuntar a mi corazón no son tus
palabras hermano!... Ella también tiene derecho a vivir lejos de esta realidad.-Tras
decir esto, alzó un arma y disparó a la rodilla de Hound antes que este tuviera
oportunidad de accionar el gatillo e interponiéndose entre él y la niña.- Si te
faltan fuerzas para enfrentar las consecuencias, si temes por tus errores, seré
yo quien se quede contigo, no ella.
Encolerizado,
nuevamente alcanzó a contenerse y gritar simples palabras, entre ellas:
-: ¡Huye!
Cuando los
compradores llegaron a cobrar cuentas fue un milagro que solo lo dejaran
inconsciente… Pero al despertar de la golpiza Hound descubrió la verdadera
razón de ello, sus perseguidores yacían inmóviles y sin aliento, a su lado. Y de inmediato supo lo que había
pasado.
-: El
maldito volvió para despedirse…
Años
después había logrado destruir hasta el último de los cazadores, incluyéndose.
Ceo ya
había recorrido esas tierras tiempo atrás buscando a su hermano Febo, junto a
su gemelo. Pero de cinco años atrás a aquel momento la diferencia se había
tornado inmensa. Zao, su gemelo, descansaba en su corazón, causando gran dolor
en él; Apolo era ya parte de un pacto de equilibrio a cambio de Van; la tierra
estaba cambiando y él estaba ahora tras el rastro de sus queridos Lucero y
Makuro. Fue por ese tiempo en que Iang viajó por negocios y para buscar a su
amigo; encontrándolo poco antes de que Tamir y Amir apaciguaran las aguas con
sus dulces melodías. Así mismo sucedió que, antes siquiera de conocerlos, Kisa
pudo escuchar su música desde muy lejos. En ese entonces, también, ella fue
sorprendida por Ceo, un muchacho muy curioso que, después de haber fallado en
encontrar a sus amigos, siguió a una corriente de vida muy similar a la difunta
hermana de Iang hasta tropezar con Kisa frente a sus ojos.
-: Hola,
soy Ceo –dijo a Kisa, sentándose a su lado-.¿Cómo te llamas? –Kisa lo observó
detenidamente, pero no contestó.- Lo
siento, creo que me perdí, hay muchas corrientes por aquí y solo te veo a ti,
así que me acerqué a lo seguro… Es que no ando prestando atención últimamente,
mi hermano, Zao, solía estar todo el tiempo conmigo –siguió- pero ahora ya no
está… Por ley no puedo estar mucho con Febo, mi medio hermanito, y Makuro y
Lucero, mis dos mejores amigos, se fueron hace un tiempo… estaba aquí con Iang
pero le perdí la pista…
-: Usted
habla demasiado –dijo seriamente Kisa en cuanto tuvo la oportunidad.
Ceo echó a
reír y el sonido atrajo hasta él a Iang.
-:
Disculpe, señorita. ¿Está él incomodándola?
La respuesta
se demoró nuevamente, solo que esta vez ella lo miró como si intentase
reconocerlo. Un sinfín de incógnitas afloraron en sus pensamientos pero en su
lugar Kisa bajó su cabeza, mordió sus labios y negó sutilmente.
Al volver
con los hermanos Amir a casa, Ceo contó su experiencia a Iang, que también
había sentido algo extraño en su corazón al ver a la muchachita. Tan pronto lo
oyó y comprobó sus sospechas se dispuso a averiguar todo sobre ella… Solo pudo
saber con certeza que era alguien a quien su hermana intentó proteger al punto
de dar su vida a cambio. Y le pareció suficiente para decidir dar una nueva
oportunidad a la niña sobre cuyo pecho su hermana hubo derramado su última
lágrima.
Desde
entonces, Iang ayudó a Kisa en cuanto pudo, solo que desde la lejanía, dada la decisión de la muchacha de permanecer en esas tierras.
***
La casta de
Amir, según su significado la de los príncipes, había vivido en la tierra de
Lupus Ánima desde hace un largo tiempo, fue aceptada por su honor, lealtad y
sabiduría y alrededor de tres años atrás el último primogénito recibió la
bendición para la consagración de su matrimonio con la protegida de los lobos,
curiosamente, ella era un ave, Allondra.
Dos años
después, a pedido de Iang, Ceo viajó a buscar a Kisa para conocerla un poco
más, reír con ella y protegerla en el viaje de regreso, pero en contra de lo
que esperaban, se encontró con una muchacha que ocultaba su miedo, su rencor y
el resto de sus sentimientos tras una fachada de gratitud y respeto hacia los
demás, con un muro de hielo que rodeaba su corazón y tijeras de acero que
cortaban cualquier lazo que pudiera intentar alcanzarla.
Aunque tras
seis meses pudo incorporarse a su mundo, Ceo no logró formar ningún lazo en
especial con Kisa. Fueron guardianes el uno del otro por su naturaleza, y eso
fue todo. Finalmente Kisa accedió regresar junto a él hacia la tierra de Lupus
Ánima, donde nuevas aventuras la aguardaban.
Justo antes
de partir Ceo se hizo una promesa que no podría mantener, se propuso callar
absolutamente todo lo que sabía acerca del origen de la muchacha y abstenerse
de preguntar hasta que Kisa esté lista para oír la verdad y hablar sobre ella.
Con ello nació en él la duda y el miedo a perderlo todo, sabiendo que el
rechazo es mucho más fuerte cuando no comprendes o no pretendes hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario