martes, 5 de enero de 2021

Proyecto Leyenda - Capítulo 2

 

Amanecía en esa ciudad desconocida y Ángelo, aquel personaje de un aspecto treintañero, de ojos y cabellos oscuros, el jefe de la muchacha del bar, abandonaba su puesto para ser arrastrado a sus recuerdos por una fuerte corriente.

Allí, en una casa abandonada, la criatura se encontró con Ángelo, siempre oculta entre sus vestiduras. Este extraño ser se acercó al hombre y le asestó un golpe diciéndole:

-: El menor –con otro prosiguió- el protegido –descansó por un instante su mirar en Ángelo- ¡Debiste protegerlos tan solo una vez señor, que un amigo está no solo para ser querido sino también para proteger del mal y las disputas! –Se dio la vuelta y se alejó unos pasos- vamos hombre, que el hombre es mitad bestia, que tiene instinto para defenderse.

Ángelo no contestó el pedido, solo bajó la cabeza.

 

Mientras tanto, Joaquín despertó en casa y por una corazonada se dirigió al último lugar que Ángelo habitó antes del bar. Pronto llegó allí, aquella casa casi deshecha. Cuando vio que el misterioso ser alzaba de la camisa a Ángelo quiso detenerlo, pero Ángelo se le dirigió con frías palabras:

-: No te atrevas. -Advirtió mirándolo de reojo.

La criatura azotó al viento contra el piso y lanzó a Ángelo por los aires.

-: ¡Mentiras!, ¡no hubo valor para tal acto despiadado y cruel, que el alma se hace pecadora y tú estás de punta en blanco! –gritó mientras lo arrojaba.

Joaquín corrió a ayudar a su viejo amigo, a quien solo le preocupaba aquel ser.

-: Estoy bien, ella es quien está herida.

Tras las palabras de Ángelo, aquél ser extraño se desplomó, y aunque intentó levantarse, estaba muy cansado. Antes de correr a ella, escuchó Joaquín su nombre:

-: ¡Leyenda!



-----------------------------------------

Continúa leyendo Proyecto Leyenda

Capítulo 3:

https://lasumademiscolores.blogspot.com/2021/01/proyecto-leyenda-capitulo3.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Un grito en el vacío

  Los cauces se cierran,  las luces se apagan, desaparece el público, y cae el telón. Aunque miren todos, ya no ven nada. La serena mentira ...