Páginas de tristeza cubren con dolor, historias que pesan de ayer y de hoy, pasos sobre el barro borran la función del drama al teatro cual si fuera afición.
Tu boca remata el golpe del amor, la rosa, la cala, el lirio dejó.
Todos tus sentidos el tiempo opacó, el saber, en calma que fue el último adiós.
Pájaros que migran llevan en sus alas, los sueños dorados que acunan al alma, vuela con el viento, sueña con el prado, baila entre las nubes, tú te lo has ganado.
Si algún día me voy no digan como crecí, ni cómo viví, solo tengan en mente que incluso así pude encaminar mi vida.
Todo escritor tiene la pluma para escribir, son las palabras las que lo hacen único, son las vivencias las que lo hacen estético o crudo, son sus pensamientos los que nos tomarán de la mano para jugar con los nuestros y podremos entender o no su sonrisa y su herida pero eso no lo hace menos escritor de su destino, no lo hace menos mensajero de las letras, ni menos guerrero de las luchas con sus demonios internos. Como tú, él tuvo que superar las distintas pruebas, pero a diferencia de ti tuvo el impulso de gritar a voz en cuello entre las líneas que escribió en las que resuena ardiente su huella.
Que porque rotos estamos,
O por padecer stress
La vida sigue su rumbo
Y nosotros la arrastramos.
O es que nos arrastra
Y es que es al revés.
Que porque un beso es tentarte
Y un café encontrarte
Sí permitimos los besos,
Pero no beber.
Que porque el agua es delicia,
La bebo y derrocho.
Mas, si me sumerjo en ella
De cabeza a pies,
Se convierte en desdicha
Por ser aquello que temes.
O es que simplemente
Huir prefieres
Cuando acercarte es lo que quieres.
¿Quién puso vendas en tus
honestos ojos?
¿Quién te convenció de que
mereces despojos?
¿Quién te tentó con dulce y te dio
hiel…
Cuando ansiabas la más deliciosa miel?
No soy eso que tú esperas,
No soy yo de quien escapas,
Desvístete ya de tus capas
tras tu muro de concreto,
Y enfrenta tu secreto
De huidiza naturaleza.
Yo no seré realeza,
Pero puedo merecer,
Abrir otra vez esas puertas
Que ya cerraba ayer,
Arriesgando a exponer
Hasta la más profunda piel.
Ojos puros, cristalinos,
más oscuros que el café,
empañados hasta el alma
por lo que fue y que es.
Que hipocresía su vida,
una sonrisa de todos,
los gritos, golpes, heridas
y el "apoyo" de igual modo.
Superar las heridas
no es saberlas olvidar,
sino saberlas llevar
moviéndose con cautela,
sin olvidar que en algún paso
alguien puede aparecer
sin intención alguna de hacerte doler.
Es evitar llevar las riendas
hacia donde no hay que mirar,
o simplemente plantarse
y gritar, gritar, gritar.
Clamar con el alma en la voz justicia,
incluso si hay que pelear,
pues no está muerto quien pelea
y quiero vivir un poco más
dejando atrás esta guerra,
conocer realmente la libertad
y romper esas cadenas que atan por demás.
Aventurarse al vacío, al placer,
buscar la felicidad,
no importa cuan tarde sea,
aún quedan sueños por los que luchar,
¿verdad?
Encuentro 
Espera
Rotos corazones son amores enterrados
Son amores destruidos desgarrados
Obligados a un fin
Desmedido amedrentado
Corazón enamorado
Ya sufriendo ya negando
Lo que no quiere es dolor
Quieren ponerte de pie
Para que pienses primero.
Si yo quiero lo que quiero
Y si querer es querer
No es una prueba de obstáculos
Para saltar cada tope
Es la piedra en el camino
Con la que insisto en tropezar
No porque quiera caerme
Ni porque quiera llorar
Mas que la piedra esta dentro
Y no es fácil de quitar
Encontrar nuestro destino
es lo que nos va enseñar
a no sufrir por la piedra
que poco a poco se va a gastar
lo mismo ocurre cuando con fuerza
golpea a la roca el mar
Desmedido amedrentado
Corazón enamorado
Ya sufriendo ya negando
Lo que no quiere es dolor
Abraza todas tus penas
Mira a los ojos tus miedos
No es descaro no es condena
Es aprenderse a amar
Dando un paso y luego otro
Viendo la luz de a poco
Viendo que el brillo también en ti puede estar
Llora profundo las penas
Deja a las lágrimas caer
Y di con un tinte de orgullo
Tengo el derecho de ser.
8/10/2020
No trates de pescar, pescador,
Con una carnada tan falsa,
Que el hilo se tensa y se afloja
y rebota sin plomada.
No trates de nadar, pez, sin agua
Solo por pretender,
Desde que el agua mantiene vivo tu ser.
No te fuerces a cerrar los ojos para no ver al frente
Que hay un gran cartel señalándote detente
No pesques pescador con ese anzuelo
Ni presumas de nada
Que la mosca es bien bonita
Pero hay que saber decorarla.
Si palabras en tu mente se aventuran al abismo
creyéndose uno mismo no digno de repente
Si palabras enredadas danzan locas poniendo amarga miel en tu boca y una mirada empapada;
Si tus ropas ya se arrugan empuñadas
Y la fuerza y voluntad no alcanzan para defender ya nada
de lo que creías pavadas;
Si tu vida ya se vuelve un sinsentido de horrores llenos y amor vacío al borde del hastío…
No te creas ni indigna ni abandonada,
No fuerces sonrisas en tu cara,
No creas que no valgas nada
O que acaso no vale la pena ser salvada.
Corre y sálvate a ti misma,
Comparte de nuevo tu voz,
Atrévete a decir adiós
Entre toda esa marisma
Ponte en pie
En palabra y abrazo sincero
En predicar ese credo que defendiste alguna vez
Vale la pena estar viva
Para reír y llorar,
Para ponerse a pensar profundamente y en calma
Que aunque este rota ya tu alma
Se la puede remendar
Y que ninguna voz se atreva
De hacer eco en esa cueva
De la que tu pecho implora
Con latido y sin demora:
“Vuélvete a levantar",
"Pues eres Tú ama y señora
De tu vida y nadie más.”
Cuenta la leyenda, que el hombre se supo sabio y fuerte… y joven… con el tiempo y con esmero construyó aquella torre que atormenta y enaltece al pueblo. Tras saberse vencedor de todo mal y conquistar el idioma de los elementos algo se iluminó en su mente y turbó su corazón, supo que cada estación tiene su flor, cada vida su energía, cada emoción su perfume y cada bestia su poder oculto…
Aquellos eran tres bandidos unidos desde niños por un pacto de sangre, un trabajo se les había encargado y para ganar un milagro tuvieron que entregarlo todo, cayendo en una trampa. Solo uno tuvo la oportunidad de ser salvado, pero en medio de la treta su presa salvó sus vidas… entregando la suya a cambio.
Gran arrepentimiento sintieron estos tres bandidos de nombre Ángelo Silverlumne, Esteban Copper y Pietro Gylt, quien había escondido a la muchacha a su guarda para evitar entregarla y con el fin de protegerla. Sumamente prendado de ella, Pietro la buscó incansablemente sin hallar respuesta, seguido luego por Ángelo que logró averiguar que había desaparecido. Sin aceptar esto, Pietro buscó huella por huella hasta toparse con aquel quien, tras confesarle el paradero de la muchacha, lo llevó justo donde lo quería. Cuando el bandido solicitó entregar su vida, a cambio se quedó sin ninguna.
Años de dolor le siguieron al engaño, ambición de llegar a aquello impensado, algo debía despertar en esos cuerpos perfectos para contener la esencia magnífica de aquello que reverenciarían cual dioses. Y su creador se creyó por encima de ellos… Fue en ese entonces que Pietro ganó su luz y perdió sus ojos en una eterna agonía justo enfrente de Jano, ni más ni menos que aquella muchacha que, atada al dolor al ver tal injusticia, dejó correr por su sangre dulce veneno.
Al dolor le prosiguieron una y otra vez incansables pruebas que superar para volverse completos y resistieron refugiándose el uno en el otro, pero alguien asesinó a Pietro y cuando ya era muy tarde Ángelo llegó por Jano, con una filosa daga de plata en su mano…
Ese día Jano dormía en extremo agotada, su fiebre no paraba de subir, aún no se recuperaba del nuevo cambio, su último arrebato de ira le dio dos monstruosas alas que crecieron de la nada… Cuando abrió sus ojos todo sucedió muy rápido y muy confuso, para cuando reaccionó ya estaba fuera de la torre, en una ciudad en ruinas, junto a una explosión expansiva. Ese era definitivamente el mecanismo de alerta ante escape, erradicándolo todo en esa tierra.
De pronto algo pesaba en las espaldas de Jano, era Ángelo aferrado a su esperanza de hacer lo correcto esta vez, con la daga sumergida en su espalda. En tan solo un rugido Jano eliminó la amenaza, pero para Ángelo no había esperanza.
-: ¡Ángelo! –lloró.
Con los pocos recuerdos que conservaba, Jano abandonó la ciudad para buscar respuestas y perdón, deambularía doce años antes de regresar al pueblo con la verdad en sus labios y la redención. Sosteniendo la daga en sus manos, recordó…
Fin
Joaquín llegó a su hogar dispuesto a dormir, en la mañana despertó y fue con su hermano a lo más alto de la antigua ruina de la torre en la plaza principal… De un momento a otro Joaquín miró a su hermano sonriendo.
-: Que mujer te has ganado con Lina –rompió el silencio elogiándolo.
-: “Aún es una princesita” diría su padre… -contestó Martín- …no creo que vaya a cumplir veintiún años –agregó pensativo.
-: Es extraño que te hayas fijado en eso, tú siempre la llamaste niña, mocosa, inmadura… -lo molestó Joaquín y rio, Martín lo hizo también.
-: Es extraño… cuando Esteban se fue no pensé que ella se quedaría…
-: ¿Aún no lo encuentran? –preguntó intrigado Joaquín.
Martín sacudió su cabeza.
-: No creo que quiera ser encontrado.
***
Siete años pasaron de los hechos en torno a Pietro y Leyenda, tal y como indicaron aquella vez la ciudad fue segura luego de tres días y en este tiempo recuperó su auge, la torre permaneció en ruinas para recordarles la caída.
Ese día hace siete años también se fue Esteban para nunca volver, dejando atrás a su hija y toda una estela de misterios.
***
Martín respiró profundo extasiado.
-: Huele a lluvia –y de pronto- ¿Sabes Joaquín…? -agregó recordando- supe que cada sentimiento tiene un perfume.
Joaquín sonrió y jugó con un diminuto frasco en su mano. Alguien lo había dejado en su habitación, junto a su cama, la noche anterior junto a una nota que identificaba lo que contenía y rezaba “solo uno”.
-: Lo sé…
-: ¿Sabías tú entonces sobre las tres fragancias de la Medusa? –Joaquín volteó a mirarlo- Cuando Medusa perdió su cabeza no solo murió… de su sangre surgieron tres perfumes. Así como según dicen la sangre de ciertos “animales” alarga la vida, la sangre de la Medusa es como el arsénico si se toma de sus cabellos, provoca el olvido si se toma de sus ojos y el antídoto si surge de su corazón, el primero nunca debe beberse ni el segundo rozar siquiera el fuego o harán estragos. Pegaso se encargó de llevar estos tres perfumes al lugar más seguro, bajo la protección de tres criaturas mágicas, la más conocida de ellas es la esfinge…
-: ¿Por qué me dices eso Martín? –preguntó Joaquín.
-: Porque una de las criaturas se hizo con los otros dos perfumes… pero solo uno podía conservar… -terminó Martín y lo miró. Joaquín jugó una vez más con el frasquito en sus manos, muy consciente de lo que contenía- dime Joaquín… ¿Qué tanto te preocupa? Elige.
Joaquín miró a su hermano y extendió ambas manos, con una sujetaba una carta sellada, jamás abierta, con otra un frasco con lágrimas…
-: Nada –dijo dejando caer lejos la carta bajo la lluvia de verano…
-: Vamos con Pietro, hoy contará una historia… -indicó Martín dando la espalda para marcharse.
-: Espera Martín –lo retuvo, tomó su mano y le entregó el frasquito- no es un perfume de la Medusa, pero creo que servirá… úsalo bien…
Ambos hermanos bajaron de la ruina y continuaron su camino sin necesidad de volver su vista atrás para saber el contenido de esa carta.
***
Joaquín:
Muchacho,
elegiste bien si leíste esta carta, pero si es así eres egoísta… Sé que
elegirás mejor de lo que pienso en cuanto sientas ambas cosas en tus manos…
No sirve de mucho
saber esto solo para ti sin enseñarlo… de todos modos de nada sirve guardar una
carta solo para recordar algo y guardarlo receloso.
Pietro se quedará allí
por unos años, es posible que con su carácter cambie esa inmortalidad, que tan
difícil consiguió, por una vida normal; es posible que por enseñar sus
lecciones olvide que no debe apegarse a los humanos y que no le importe romper
esa regla, pues Pietro es un guardián con cada letra y tanto tiempo lo fue que
es imposible evitarlo.
Nunca olvides que ese
don que tienes tanto tú como tu hermano lo poseen y deben cuidarlo… Las
lágrimas de fénix ayudarán a templar su espíritu…
En cuanto a su
frecuente pregunta, mi nombre apareció en el papel en cuanto abrieron la carta…
Soy
quien vela por ustedes y siempre lo diré
Pues
poseo luz propia
Mi
orgullo es único
Algunos
creen que soy obra de Dios
Otros
creen que soy el demonio
Muchos
huyen de mí por miedo a morir
Muchos
me persiguen para matarme
Porque
mi sangre es preciada
Soy
una Leyenda, un mensajero de almas
Y
mi nombre es
Jano.
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Epílogo
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