Déjate llevar por esa sinfonía que llena tus sentidos, inunda tu pecho con su calor, que no sonroje solo tus mejillas, que se sienta la emoción. Alegría es lo que llega, de la mano del temor, temor de perderlo todo cuando apenas empezó y se complicó con tristeza por no controlar el amor, que el amor no se controla, eso me lo dijo dios y cuando sueltes la pena y al ser lo dejes ser, es cuando te sentirás plena y repleta de placer.
Si aún me guardo mis deseos y mis sustos y mis ansias quien eres tú para leerlos sin darle tal importancia, sin respetar su silencio aflorarlos en la piel para gritarlos bien fuerte y luego decir “ya fue”… Eres la sombra más dulce, eres lo que salve de ayer, eres el lema más fuerte y más frágil a la vez, esa fuerza de pararme y decir “ya estoy bien”, eres lo que yo permito y lo que vos querés y cuando nuestros mundos se mezclan se siente tan mal y tan bien que al principio es confuso y a la vez lo descifre, eres aquello que me completa e incompleta, me tiene y me pierde a la vez. Somos inevitables y cada uno debe ser, para que al final de cada día te vuelva a conocer. Eres lo cierto y lo incierto, eres lo que no seré, eres flor y eres espina, todo eso y más, como ves…
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